martes, 24 de marzo de 2015

Erase una vez... Una Cabeza de Radio...

Eran a fines de los años 90, se venía un nuevo milenio y yo empezaba a tener los síntomas del acné y todas esas cosas que te dicen cuándo llega la tan mal afamada "Pubertad".
La verdad siempre fui, como dirían algunos, un "pollo". Vivía abstraído en mi mundo interior lleno de fantasías, literatura y... sobre todo, música.

Mis primeras "escuchas" fueron lógicamente radiales, y lo que más me llamaba la atención en ese tiempo era el rock latino, principalmente Los Prisioneros y Soda Stereo.  

Después descubrí un gran tesoro: Una colección de "Cassettes" (sí, cassettes) de mi hermano mayor, la cuál fue mi principal fuente de información y cultivo musical. Afortunadamente mi hermano era un gran coleccionista (no sólo por la cantidad sino también por la calidad), así que buena música no me faltó. Y cuándo digo buena música estoy hablando de artistas que casi nadie escuchaba en ese tiempo cómo por ejemplo: R.E.M., Pink Floyd, The Cure, Slowdive, My Bloody Valentine, Cocteau Twins, Depeche Mode, Dead Can Dance, Portishead, Massive Attack, etc.

Pero hubo una banda que me llamó particularmente la atención: Radiohead.

(¡Ojo! Este blog no versara sobre Radiohead ni nada por el estilo, me gusta mucho esta banda, pero no me parece el hecho que hablé de Radiohead cómo un fan (el concepto de "fan" no me gusta para nada). Sólo diré que esta banda marcó un antes y un después  en lo que a escuchar música se refiere en mí existencia)

Curiosamente el primer trabajo que escuché de Radiohead no fue el The Bends o el Ok Computer o el Kid A, fue un cassette grabado de la radio donde se transmitía un concierto en vivo (nunca logré encontrar la procedencia del concierto). ¡Sí efectivamente!, el cassete era grabado de la radio, esa arcaico y casi extinto sistema  donde uno sincronizaba lo que se escuchaba en la radio con el cassette y después podías reproducir el programa o lo que quisiste grabar en el momento.

Para mi era una delicia escuchar ese cassette, a pesar de la mala calidad de audio (aunque a mi opinión personal, a veces una "mala" calidad de audio es simplemente una cuestión de percepción, tema que hablaré en otra entrada). Tocaban temas de la era del The Bends y el Ok Computer y unos pocos del Pablo Honey. En fin, era una pasada de temas bien rockeros que no dejaban de sorprenderme.

Luego escuché sus afamados discos en estudio y bueno el resto se fue escribiendo en conjunto con otros cientos de artistas que fui descubriendo poco a poco....




No hay comentarios:

Publicar un comentario