Para quienes estén liados en el mundo de la música sabrán que este rubro (tal y como cualquier trabajo u oficio) nos encontramos con un montón de prejuicios, muchos de ellos infundados por no sé que razón (o sin razón) y otros más aceptables y "comprensibles".
Estos prejuicios pueden ser nocivos para la buena convivencia, ya que muchos de ellos provienen de autodenominados "voces autorizadas" lo cuál es peor, pues ¿Que más peligroso que un músico tenga prejuicios sobre su propio quehacer? Una "voz autorizada" por decirlo así tiene más responsabilidad con la música que una persona más ajena a este arte.
Pasaremos a analizar estos prejuicios y dar una debida explicación de porque desde mi postura los considero cómo tales. Obviamente muchas de mis apreciaciones las podrán encontrar subjetivas, pero esa es la idea: Que se debata sobre ideas que muchas personas consideran "dogmas" o "verdades inamovibles". En mi postura tampoco tengo el animo de reinstaurar "Otra verdad", sino más bien preguntarse y preguntarnos sobre el lugar de estas afirmaciones.
Prejuicio n° 1: "Existen estilos basura" "Música basura" "El X estilo de música apesta", etc.
Este es el prejuicio más común de todos y salta a la vista (al menos para las mentes abiertas) que se trata de una cuestión de gusto y apreciación subjetiva. Al respecto quiero aclarar lo siguiente: Tampoco se trata de imponer una postura neutra ante la música, tal cuestión no existe y es absurdo plantearse de esa manera.
El secreto está entonces en saber separar las aguas, estamos claros que un estilo tiende a ser más aborrecido por su antítesis o contraparte (aunque en teoría tal cuestión no existe del todo) y que generalmente se tiende a degustar un espectro limitado de bandas y estilos, pero les puedo asegurar que una persona que tiene la disposición de al menos escuchar (ESCUCHAR, algo que muchos han olvidado realmente, asunto que retomaré más adelante) diferentes modos de hacer música, se nutrirá más de este arte y comprenderá que no porque no te gustó la forma o algún elemento de ese estilo, debes desechar absolutamente todo, siempre hay cosas rescatables y esa forma de mirar la música en lo global también se cultiva.
Prejuicio n° 2: Crear música es una cuestión de inspiración/técnica
Afortunadamente, cada vez existen menos personas que creen que la música depende SÓLO de uno de estos elementos: la inspiración o la técnica. Aunque todavía existen personas que abogan por uno o por otro bando.
A veces este prejuicio se muestra en frases como: "¿Para que estudiar música?, la música no se estudia" que sería para el caso de la gente que defiende la "Inspiración" o bien se puede mostrar en su contraparte la "Tecnica" de la siguiente forma: "Para ser un buen músico debes aprender las técnicas avanzadas y "tocar lo más rápido que puedas" (Quizás no se vea así de literal pero esa es la idea).
En realidad hacer música depende de los dos factores: La inspiración es fundamental para realizar una música con un sello original y personal, mientras la técnica ayuda para el desplante de lo que deseamos hacer. Ambas son co-dependientes, ninguna es mejor que la otra.
Cuándo hablo de inspiración, no hablo de un mensaje sobrenatural que llega de la nada o del cielo, sino más bien a buscar motivos de aliento y/o de conjugar contexto con ejecución. A lo que voy es que la inspiración es en realidad UNA TÉCNICA MÁS que se entrena y aprende. Claro que no es como las otras técnicas más motrices sino más bien tiende a ser más mental y emocional.
Prejuicio n° 3: "No se puede opinar sobre tal banda o estilo de música, porque eso es imponer un juicio y es subjetivo"
Cuándo en el primer prejuicio mencionaba que se debe respetar cada estilo y no desechar TODO a la basura, me refería a que, independiente de nuestro punto de vista, cada estilo, banda o música puede tener algo rescatable y provechoso incluso para nuestros fines, pero no necesariamente a que no podamos valorizar lo que estamos escuchando, sea positiva o negativamente.
En efecto, el arte de calificar un disco, una banda, un estilo o incluso una época musical se fue perdiendo en el tiempo, dado que muchos de estos juicios efectivamente eran infundados o bien caían en dogmas o autoritarismos. Sin embargo si criticamos ciertos elementos, respetando la integridad de cada estilo, banda, etc. no debería caer en algo nocivo, es más nutre al músico si se ejerce de manera correcta.
No es para tener miedo a criticar entonces, el acto de construir juicios de valor, sobre todo de forma colectiva y respetuosa, suele ser correcta y necesaria para el músico o avezado en los temas musicales.