Por Felipe Ruiz
Uno de los
vicios de la reciente música “indie” americana y europea ha sido su tendencia
creciente al dramatismo. Es cierto que lo “indie” tiene por característica lo
melancólico, las atmósferas sutiles y oscuras que provocan sensaciones de
tristeza y sensibilidad.
Pero lo cierto que es el mainstream ha aprovechado la
exploración de estos ambientes para exagerar la nota. De tal modo, se hace
patente que los coros dulzones, los ecos celestiales y gospell quasi religiosos
apuntan a conformar temas de extremada operática (siendo que quizás eso es lo
que se busca), en detrimento de los sonidos limpios y directos. De tal modo,
bandas como Fleet Foxes o Arcade Fire potencian esta evidencia.
Quizás por lo
mismo, el LP “23” del grupo
americano japonés Blonde Redhead ponga un punto aparte. Sin dejar de ser “indie”, las melodías
de este disco suenan frescas sin sacrificar un ápice del tono melancólico de
los mejores grupos independientes. Casi en ausencia de bajos, las canciones que
componen 23 (ninguna supera los cinco minutos) configurar una unidad temática
que parece recordarnos que todo músico comienza tocando como si fuese un juego.
En efecto, así
como lo cortés no quita lo valiente, lo lúdico no quita la melancolía. Pensando
este disco, uno podría argumentar en favor de lo notorio que es cuando un grupo
produce sus propios discos (como es el caso), y que la idea general de dicha
producción es el deleitarse con la música. De ese modo, desde el potente vocal
progress de Silently hasta el beat electrónico reemplazando el bajo en
Publisher, la atmósfera general de este disco suena indie de pie a rabo sin
perder el sentido no lineal de las capas de sonido, que suponen sintetizadores,
claro, pero de un modo casi imperceptible en esta artesanía musical.
Para muchos, un
disco de culto, no pretencioso, que supo decir lo suyo, para otros, quizás los
más fanáticos de la banda, uno más entre la trilogía que forma junto a Misery
is a Butterfly y Penny Sparkle. Una invitación a escucharlo, entonces, y quizás
también a aquellos.
Nota: Este articulo fue escrito por un lector de mi blog (Mi hermano), lo encontré interesante y decidí subirlo sin ediciones.
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